El pasado 4 de marzo, en el auditorio Manuel Cepeda Peraza, el rector de la universidad autónoma de
Yucatán, Alfredo Dájer Abimerhi aseguró con todo cinismo y para guardar apariencias que en ésta casa de estudios "No hay recomendados ni preferencias" en una conferencia durante la Muestra Universitaria de Alternativas Profesionales 2009, evento al cual asistieron miles de estudiantes para recibir información sobre las carreras que ofrece ésta decadente universidad y no solo eso, sino que también tuvo el descaro de afirmar que "los egresados de las preparatorias Uno y Dos de la UADY competirán en igualdad de circunstancias con quienes provienen de otros subsistemas educativos" y que "Pueden estar seguros que a quien gane un lugar en las facultades le será respetado y accederá cumpliendo con los requisitos administrativos de cada dependencia"...

Como egresado de la UADY siento vergüenza al escuchar éste tipo de declaraciones completamente alejadas de la realidad. Aún recuerdo aquellos días en los que la gente me hablaba maravillas de la escuela preparatoria 2 la cual, junto a la uno, habían sido durante muchos años las mejores preparatorias de Yucatán, es una lástima que hoy en día ninguna de ambas preparatorias sea siquiera la sombra de lo que alguna vez fueron. Después de unos cursos propedéuticos de muy mala calidad, incontables horas de colas y trámites burocráticos y una gran decepción por que el examen de ingreso no había cumplido mis expectativas (estaba demasiado fácil), tristemente pude ver como aquellas maravillas que me describían las personas y los trabajadores de dicha institución educativa se quedó en puras promesas y fantasías, comenzando por los maestros mal capacitados y poco preparados para dar clases, pese a que también hubo maestros que trabajaban muy bien y amaban su profesión, muchos otrros eran simples recomendados por el sindicato o por los priistas enquistados en su administración desde hace ya muchos años. La mala infraestructura con la que contábamos, examenes y planes de estudio a veces "improvisados", demasiada burocracia y horarios incómodos. Es curioso que el rector les mencione a los alumnos que los egresados de ambas preparatorias de la uady competirán parejo con los egresados de otros sistemas, afiliados o ajenos, y no habrá preferencias para nadie. Ante ésto, me gustaría saber su opinión con respecto a los maestros que nos decían a mi y a un grupo de amigos que queríamos desertar de la preparatoria 2 para transferirnos a una escuela privada en busca de mayor calidad académica y mejor servicio estudiantil: "No se salgan de ésta escuela, aguanten, ya les falta poco, aunque no les guste, es recomendable que terminen aquí su preparatoria por que cuando intenten ingresar a una facultad (de la uady) les darán preferencia a ustedes por ser egresados de la prepa 2" y otros que simplemente nos decían "Saliendo de acá, ya tienen un pie adentro en la facultad"... Cierto es que, cuando mis compañeros de generación y yo egresamos, hubo muchos que no querían seguir estudiando pero sus padres los obligaron a presentar examen en una facultad, recuerdo que uno de ellos no asistió a ningún curso propedéutico o asesorías y, sin ninguna intención de aprobar el Examen Nacional de Ingreso, presentó con su "conocimiento previo" (cabe destacar que nunca fue un alumno muy brillante). Varias semanas después lo encontré molesto por que había aprobado el examen nacional de ingreso (mal llamado por muchos CENEVAL) y sus papás lo obligarían a inscribirse frustrando así sus planes de tomar "Un año sabático" y después trabajar en sus tiempos libres para obtener habilidades nuevas. La expresión utilizada por éste joven me pareció de lo mas acertada y congruente "Se me hace que nada mas ven que eres de la prepa 2 con un promedio decente y te aceptan"...
En fin, no es mi intención exponer las grandes mentiras que giran entorno a ésta universidad, éstas memorias aquí plasmadas solo fueron respecto a la prepa 2, pero tengo aún mas información y experiencias de compañeros que actualmente estudian en facultades las cuales me hacen ver que tristemente la UADY va de mal en peor, el MITO de su calidad académica se pone en contradiccón cuando revisas los rankings de revistas como "Guía universitaria" (del reader's digest) en las cuales se puede notar como la UADY ha ido cayendo de lugar entre las 100 mejores instituciones educativas del país. Debo reconocer, pese a ésto, que no todo es malo en la UADY, y hoy en día la educación depende más del alumno que de la Universidad, pero no es pretexto suficiente para justificar la incontables sumas de dinero destinadas a dicha institución la cual únicamente se concentra en la propaganda para mantener su nombre limpio y no veo que haga mucho por mejorar su situación. Si algún interesado en ingresar a alguna facultad de la UADY está leyendo ésto le haré una recomendación: No se frustren o depriman si no son aceptados, no cuestionaré la integridad del CENEVAL pero aunque el examen de ingreso sea muy fácil, NO HAY garantía de que sean respetados los resultados (En el ITM, por ejemplo, llegué a ver cómo el mismo personal que labora en esa institución, con la debida influencia, puede manipular resultados y aceptar y rechazar a prospectos si tienen algún interés en ellos, un familiar, por ejemplo). Aunque se que las condiciones económicas del Estado de Yucatán no son muy buenas (gracias a los priístas y panistas ladrones que la gente no para de elegir como gobernantes) hay muchas escuelas particulares que, aunque no cuenten con el prestigio que poseen las facultades de la universidad de yucatán, ofrecen buena calidad y buenos maestros por colegiaturas no tan elevadas, ofrecen horarios accesibles y considerables becas como apoyo a la economía. También tienen (o tenían, no se si actualmente sea aplicable éste método) la opción de estudiar uno o dos semestres en una escuela particular con un plan de estudios similar o igual y luego pedir transferencia a la facultad de la UADY presentando examen de admisión para entrar en el semestre que deberían estar cursando. En Yucatán, donde las grandes escuelas privadas únicamente son el puro nombre y donde escasean la oferta y la calidad en la educación pública es difícil poder acomodarse en algún lugar, piensen que si no son aceptados, no hay por que deprimirse o ponerse a llorar, deben ver el lado bueno y recordar que no vale la pena llorar por una universidad que a veces ni siquiera respeta la libertad de expresión (Un compañero de mi generación recibió amenazas directas de la directora y personal académico por la publicación de una carta elaborada por él dirigida a la administración, maestros y directora donde exponía la decepción por el nuevo sistema de exámenes recién implantado, que en nada mejoraba la calidad académica y que pedía la democratización del dicho sistema tomando en cuenta la opinión de los alumnos y maestros sobre cómo deberían efectuarse los cambios. Pese a recibir apoyo de parte de casi todo el alumnado y muchos, si no es que la mayoría de los maestros, la administración recurrió a la intimidación y las presiones amenazando al alumno con "demandarlo por difamación" (sic)). En ésta sociedad donde los medios de comunicación, empresarios y políticos nos engañan y nos ven la cara, es una pena que ya ni siquiera podamos confiar en la que alguna vez fuera nuestra máxima casa de estudios...
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Nota: Ésta entrada fue publicada en Wordpress el 05-03-2009

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