Nota personal
Ha pasado ya una semana, desafortunadamente éste viernes no me pude reunir con aquella hermosa mujer como lo teníamos planeado. No se si no tuvo tiempo o simplemente no tuvo paciencia, pero cualesquiera que sea la razón, no me molesta, solo me decepciona. Tenía planeado comentarle que la conspiración que planeábamos para extirpar aquella célula cancerígena autoimpuesta en el punto más alto del organigrama se ha visto en serios aprietos. La ignorancia ajena, el miedo ajeno, la ineptitud ajena y la falta de altruismo obstaculizan y paralizan ésta batalla. Ellos no entienden que debemos bautizar con sangre el despertar de ésta nueva escencia, y sinceramente no espero que lo entiendan. Esperaba que, mientras todos se distraían en burocracia y negociaciones diéramos un certero golpe por la espalda, pero supongo que no será así, la vía diplomática y los acuerdos amenazan con ser el único antibiótico ante dicho agente patológico.
Regresando a aquella hermosa mujer, supongo que me veré privado de su tentadora belleza unos días más mientras la localizo y le cuento los temas personales que íbamos a tratar. Mientras tanto seguiré recorriendo el camino que me llevará a mi doncella.
