sábado, octubre 31, 2009

Perfume de flores marchitas





Hoy las flores más hermosas parecían marchitas, aún aquella bella flor cuyo sagrado néctar durante meses he ansiado probar se veía en decadencia, ¿cuál será la razón? -me pregunté-, quizá simplemente caminé despierto... ¿despierto? sí, despierto...
Mientras vivía despierdo visité a aquella girasol a la que prometí algún día mostrarle la cara oculta del sol, aquél sol el cual, en ocasiones, también ella ha despreciado. Muy intrigada estaba, pero grande fue su decepción cuando me abstuve mostrarle sus secretos más ocultos, sobre todo por que aún no puedo yo crear un nuevo sol que reemplazará al antiguo y decadente astro creado por humanos para inhumanos.
Cuando llegaba el fin del día, la girasol se despidió para ir a dormir y yo recorrí los diferentes senderos que me llevarían a la batalla que éste día habría de librar. Sin exasperación ni desesperación esperé tranquilo al gran dragón "Ésta vez, las trompetas no sonarán", pensé, y al llegar al destino final, descubrí que siete pilares debía yo derrumbar. Desafortunadamente no tuve la destreza y conocimiento necesarios para derrocar cada uno de los siete pilares pero al final al gran enemigo pude derrotar.
Hoy las flores más hermosas parecían marchitas y sin embargo, me di cuenta de que aquel néctar prohibido aún deseo probar. Noches de soledad paso temblando por la ansiedad que me provoca el imaginar la dulzura de la miel que de ella ha de brotar, la suavidad de sus pétalos y el dulce aroma que ha de despedir.
Sin embargo, de dicha fantasía ya debo de despertar, pues por mi doncella aún debo luchar. No obstante, la fragancia que me embriagó hoy no puedo olvidar, ese perfume que despedían aquellas flores que los oscuros y espinosos senderos se solían posar, ese perfume... perfume de marchitas flores...

Imagen: decay por =M-a-e-e en deviantART